Recomendación
Gracias a Carlos, del blog Pájaros Descompuestos, me topé con una cosa tan curiosa, que aún no sé qué decir, primero me cagué de la risa, y luego leí más detenidamente, y me cagué más de la risa. Aquí les dejo la publicación del fragmento (completo) de la Peor Escena de Sexo en el blog Moleskine@Literario, de Iván Thays:
Gracias a la Revista Ñ puedo ofrecer, completa, la escena sexual de Las Benévolas de Jonathan Litell que ganó el Premio Peor Escena de Sexo, venciendo a dignos representantes como Nick Cave, Philip Roth, Amos Oz, Anthony Quinn, John Banville, Richard Milwar y Paul Theroux. Y dice así:
Su vulva estaba opuesta a mi cara. Los pequeños labios se salían levemente de la carne pálida y convexa. Su sexo me miraba, me espiaba cómo la cabeza de un Gorgón, cómo un cíclope quieto cuyo ojo nunca parpadea. Poco a poco la mirada me penetró hasta la médula. Mi respiración se aceleró y estiré mi mano para esconderla: yo ya no lo podía verla pero ella todavía me veía a mí, y me desnudó completamente (aunque ya estaba desnudo). Si solo pudiera endurecerme nuevamente, pensé, y usar mi miembro como un estaca endurecida por el fuego y rendir ciega a esta Polifemus que me convertía en un Nadie. Pero mi pija se mantenía inerte y yo parecía estar convertido a piedra. Estiré mi brazo y enterré mi dedo mayor dentro de este ojo sin límite. Las caderas se movieron levemente, pero eso fue todo. Lejos de lanzarlo, todo lo contrario, lo había abierto aun más, liberando la mirada del ojo escondido. Entonces tuve una idea: saqué mi dedo y arrastrándome con mis antebrazos empuje mi frente contra esta vulva, presionando mi cicatriz contra el hoyo. Ahora era yo que miraba hacía adentro, descubriendo las profundidades de este cuerpo con mi radiante tercer ojo mientras que su tercer ojo irradiaba y nos quedamos mutuamente ciegos: sin moverme, acabé en un inmenso chapoteo de luz blanca mientras que ella gritaba: "¿Qué estas haciendo? ¿Qué estas haciendo? Y me reí en voz alta –la esperma aun desparramándose de mi pene, alegremente- y mordí fuertemente su vulva para tragármela entera y mis ojos por fin se abrieron, claros, y ví todo.
Hermoso. Se lo voy a leer a mi hijo antes de dormir. Saludos.
PD. Recién conocí al blogger de Pájaros Descompuestos. Genial.