Lo impostergable
Es un eterno debate... porque no quiero darle la oportunidad de ver lo que solo ella sabe ver, ese análisis certero que inspecciona con minuciosidad lo que me pasa por la mente. Pero tengo que reunirme, inevitablemente lo que he postergado por tanto se ha vuelto improcrastinable a tal punto, en que tendré que averiguar su número, llamarla, y con engaños decirle que debo verla, por aquello de los viejos tiempos. Dos almas heridas deben reconocerse en el único espejo que tienen para sí, ese vacío inmenso con que deja marcado su camino el pasado del otro... a veces, pasando sin ropa frente a la ventana, veo una espalda que no reconozco, y recuerdo una cicatriz que tuvo sentido.
-Notita debajo de la almohada de J. (14/11/06).