Los meses, esos meses apenas


Sé muy bien lo que quiero. Estoy cansado de tildar las palabras. Nunca lei por completo un blog, jamas, hast ahoy. Ni siquiera mis blogs. Fue el recorrido mas doloroso que he tenido frente a un monitor. Todos me siguen hablando, me preguntan, inquisidores de mis mentiras, de mis engaños. Me arrepiento, si, unos meses de regreso (abril,marzo,febrero,enero,diciembre,noviembre,,,,,, mi fatal error en todos, mi terrible arrepentimiento de haber huido, cobarde, me odio), todo en bajada hacia el decimo circulo, ese designado para mi. como no me percate antes de quë pasarïa todas las adevertenciäs me lo estábán dicíéndó como si nada y yo puro pendejo, pensando en los bastardos azules. En fin, hay algo, queda una leve esperanza. Una estrella fugaz pendiente de cumplir sus deseos, que ahora son tanto mios como fueron suyos. Dejo al azar del cosmos mi destino, o salgo y fumo y tomo y me drogo con todo lo que pueda en horas y luego me reviento los sesos, a fuera de cuentos que la gravedad valdrá todo lo que esté por venir.

P.D.: Pobre hombre, ¿qué fuerza tiene contra el destino, las estrellas y el universo?

No permitás que el fuego te queme Ana, yo te quiero


¿Por qué se tortura de esa manera Ana? Es que no sea estúpida. Por la gran puta, quiérase aunque sea un poco. Yo sé que cuesta. Yo sé lo que cuesta. Es difícil. Pero ya, es momento de que salga de eso sí, ojalá y siga adelante. Es que una segunda vez increíble, pienso lo mismo todos los días, una segunda vez, una segunda vez pasar por esto, sólo que un poco más torturante, un poco más doloroso, un poco más apasionado, un poco más intenso, un poco más mortal. Algo que usted tiene que entender Ana es que usted podrá hacer mil cosas, y él estar ahí, presente, dándole pequeñas muestras de afecto creo que soy muy conformista, para mí son tremendas grandezas y usted se cree que todo va a cambiar no creo que las cosas cambien, yo sé que no van a cambiar, el destino ya me tocó y sólo le sigo robando minutos al tiempo pero no, él no quiere estar ahí como usted piensa, él la quiere mucho, seguramente, pero no de esa manera. Es que me enoja tanto, le digo las cosas y a usted ni le entran qué me va a entrar algo que ya tengo dentro de mí, no es así, yo lo sé también, es sólo que no quiero decir que no, no quiero tomar esa decisión, no aguantaría otro proceso como ese. Piense Ana, de veras, él le da lo mismo que usted da… no lo hace, porque no quiere. La otra es la que le da todo lo que usted no le da, TODO no diga eso por favor, es como recibir una patada al hígado, no diga eso, no quiero saberlo, no quiero pensarlo, ya hágase sho Luis y eso es lo peor, que usted está ahí con cara de idiota esperando no sé qué de él. Si él quisiera ya estaría ahí y lo sabe, es que lo sabe lo sé, lo sé pero ya no pues, es que no soporto verla así, muriéndose, dejándose morir porque sé que no está usted bien, se le nota, deje de mentir, deje de engañarse, de engañarlo, usted está comiendo mierda horrible, mucho peor que la primera vez. Y sabe qué… lo peor es eso, que a él le pela, que él tampoco quiere ver que la está matando cada día sería demasiado para él, no quiero ponerlo mal, no quiero obligarlo a ver que me está destruyendo. Es que no entiendo de verdad Ana, usted es una buena persona, una de las mejores que yo he conocido, y no es justo que esté así otra vez porque quiere, porque tiene miedo no tengo miedo, tengo maldito terror. Luis porque no sabe… que quizá no tenga oportunidad de sentir un verdadero amor, uno real, no sólo el que yo he sentido, sino que se sienta en mí, y sólo pienso en el tiempo que falta, en el que he alargado momentáneamente para que él no piense en el tiempo, para que él no sienta que me estoy muriendo, que cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo se me van entre los dedos porque usted, que muy lista, que muy inteligente, y ande así por alguien que no vale la pena, es que no lo vale Ana, MÍRESE CÓMO ESTÁ, sólo mire cómo está usted de mal, es que ni siquiera la vez anterior estaba usted así, porque esta vez sigue ahí, lastimándose tanto, sin esperanza alguna, es que no sea estúpida, olvídese de eso del amor, piense en usted pienso en eso todo el tiempo, eso sí, todos los días me levanto, tomo cerveza y como pan, me levanto y tomo cerveza y como pan, voy a mi cama y sostengo el revólver, lo acaricio todos los días, pensando en que estaría mejor muerta, seguramente estaría mejor muerta, me calma un poco pensar en la paz de morir, un disparo al corazón, para hacerlo bien, para acabar con este dolor, para acabar con estas ganas de morirme, porque ya no puedo seguir y tome una decisión, mándelo a la mierda, y luego qué, meses y meses de severa depresión, meses y meses de borrar mi memoria, meses y meses de no querer nada en esta vida, meses y meses para ser ese remedo de mujer que tanto detesto, para ser ese trozo vacío de mierda es que no es justo con usted Ana, usted se merece lo mejor del mundo, y ese cerote es una mierda que se aprovecha de usted, que le juega la mente con ideas, usted Ana me lo ha dicho, que él le hace creer que es usted la mala, que es usted la equivocada y que es usted la ilusa sí, me lo ha advertido, él me ha dicho esas cosas y entonces usted se siente más culpable todavía, mire cómo la pone él, haciéndole creer que es usted la mala, que él es el bueno y que no tiene escapatoria porque así es la vida, es que mándelo a la mierda ya Ana, no permita que se limpien el culo con usted mientras anda con la otra, sólo imagine un momento, él se va con ella, sale con ella, hace las cosas que usted se muere por hacer con ella no diga eso Luis, no me diga eso que no lo soporto, prefiero olvidar, hacerme la loca, con tal de no pensar en eso, y usted pura pendeja esperándolo, viendo cómo se acaba su vida por culpa de él, por culpa de él y sí que se acabará, me acabaré sin él, sin su amor, sin sus besos, sin todo aquello que yo le pido a escondidas con los ojos, esperando que no me descubra porque si no me regaña, me dice que soy una tonta, que no lo haga es que él la va a pagar caro Ana, ya le digo, él va a tener que sufrir tanto por ser tan maldito con usted, es que no lo soporto ya, es mucho peor que antes, las cosas que le ha hecho, imagine, nadie soporta esa clase de castigo, nadie soporta esa clase de dolor yo sí, no me queda más que aguantarme y morir o mañana o en unos meses y morirme así, devastada porque ni siquiera hizo el intento de quererme, qué horrible NADIE Ana, nadie lo hace…

Falso cognado


Ya casi amanecía. Ana continúa despierta, pero recostada, viendo el techo.

¿Por qué el tribadismo le resultaba tan atractivo?

Es decir, eso de hacer la

tijera cortando papel bond,

qué delicia para el oído

el roce del filo frente a

las fibras más carnosas

de su cuerpo vibrando y expandiéndose en grandes

reverberaciones pleonásmicas de aquel tratado sobre la mutilación genital,

el dolor aunado a los placeres de desprenderse de sí misma en una serie de convulsiones autómatas.

El tiempo mató su orgasmo en un aullido lastimero tapado con las sábanas; su mano reposa entre sus piernas, empapadas. Aún podía reconocer el dolor que le había dejado aquella... algo que no sabía si encontraría de nuevo. Más razones para pedir al boticario…

Albahaca


La galera huele a hierbas y Ana aún sigue tendida en la cama.
Le cuesta registrar ese aroma. Cada vez que lo huele debe
detenerse entre cinco y ocho segundos para reconocerlo.
Albahaca... ella recuerda de pronto los amplios dedos de él
entre su pecho, surcando lunares universales, cósmicos.
Los besos más deliciosos y luego el olvido forzado, la misma
negación de Ana para Ana. Juegos de niños... ella lo sabe.

Gritaba para dormir


Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no Ya no...
... millones de mariposas monarca salieron a su encuentro, seguras de que lograrían levantar el cuerpo de Ana. Corrió hacia el final, con aquella desesperación del que se sabe no podrá salirse con la suya. No esta vez Ana. La explosión de aleteos hirió sus tímpanos y se sintió abandonada. Miles de millones de patitas se pegaron a su piel, la ligereza se filtraba por sus pies. Revoloteo de naranjas en el aire. Una antorcha incendiada en lo alto se elevaba entre el bosque oscuro. Sintió su alma consumida, lloró néctar y una a una las lepidópteras se fueron desprendiendo. Quedó de Ana el recuerdo de un viaje que nunca hizo. Despertó. Sus lágrimas habían inundado las almohadas. Se levantó a recoger los chayes de su alma. La penumbra aún dominaba. Sentada al borde de la cama lloró un poco más, apretaba con fuerza sus pequeños pechos blancos. La quijada tensa. Por un momento creyó que el dolor la mataría. Pero no, ya no sabría vivir. Solamente le quedaba el vestigio, un capullo vacío, de lo que quiso ser su esperanza.

Alguna vez


Hoy fui a visitar a mi abuelo. Su lápida sigue inerte y pálida bajo el sol de abril. No recordaba que ya se habían ido tantos años. Me incliné y coloqué esas florecitas moradas de muerto. Encendí un cigarro y lo dejé entre la tierra, sembrado. Di un largo trago al octavo que pasé comprando en la tienda de afuera. El humo subió arrastrándose por mi cuerpo. La sensación de que se había terminado todo me inundó de pronto. Ahora que en verdad no tengo a quién contarle mis… he decidido usar este blog como una especie de eco. Quiero verme ante un espejo y gritarle, esperando que me responda alguien del otro lado. No tiene sentido que nadie lo lea. ¿Cómo escribir para ciegos? Entonces me queda esto. Un componente cataclísmico en mi interior. Nadie sabrá lo que pasó. Los restos se quedaron desperdigados en las caricias que le hice. Ahora tomo una decisión, y aunque eso siempre es difícil, decido que sea absoluta. Cada vez me rindo más rápidamente ante el hecho de que este mundo ha perdido el encanto que le conocí de niño. Seguramente moriremos preguntándonos aún qué fue de nosotros.
Me regresé a la ciudad escuchando a Stravinski, a veces me reconforta pensar que no fui el único pendejo que se quedó mirando cómo el mundo se iba a la mierda, impotente de que no creyeran que el amor alguna vez existió.

A la verga


Mero tarde caí en la cuenta. A la verga
con todos los blogs, a la verga con todos
sus autores, a la verga con esa asquerosa
batalla de egos repugnantes. A la verga...
A la verga yo. Cierro el blog porque estoy
a verga. A la verga mi ego y a la verga el
mundo. Nada de intenciones discretas,
si las cosas no se pueden decir si quiera,
¿para qué escribirlas? Y lo que en verdad
pienso es que todo a la reverga. Mejor me
desdoblo en lo que quisiera ser, y no en la
basura trepidante que en realidad soy. A
la verga con el mundo, trampa al ojo.

Funeral





Solo escucho,
mis gritos y el aire.
Aún te busco,
entre las venas reventadas que quedaron de mi cuerpo.
Ana, ¿dónde estás Ana?
¿Qué has estado haciendo?
Si supieras
que te busco.
Ana, por favor,
responde.
Ana, no te vayas,
no digas.
Ana, no me niegues.
Ana, témeme, Ana,
tu recuerdo, Ana,
sin gloria.
¿Cuál será mi castigo?
¿Qué Dios he desdeñado?
¿Quién me perdonará, Ana?
¿A dónde irás, Ana?
Qué lejos ya Ana.
No huyas Ana. Ana,
con miedo. Ana
disoluble. Ana,
poluta. Ana,
nuestros demonios.
Ana, no me niegues.
Ana, témeme, Ana,
tu recuerdo, Ana,
sin gloria. Yo sin Ana,
escuchando gritos,
y el aire.


Semana Mayor chapina.