¡Dame el carro!


- Vos maje, prestame el carro vos.
- No.
- No seas mala onda.
- Ya te dije que no.
- Por favor, prestame el carro.
- Ala gran puta, ya me despertaste pendejo.
- Pero prestame el carro, no seas culero.
- Que no te voy a dar esa mierda, no seas necio.
- Vamos hombre, prestame el carro.
- Qué chingadera más cerota, que no te lo voy a dar.
- Puta hombre, por fa, prestámelo.
- Pero ni siquiera sabés quitarle la alarma, comé mierda.
- Vos hombre, no seas pura lata, dámelo.
- No, no te lo voy a dar, vos llevate esa tu mierda que tenés y andate de aquí.
- ¿Qué pasa?
- Es que quiero el carro.
- Ay no, eso sí no.
- ¿Pero por qué no?
- Porque no.
- Por fa, prestámelo.
- Ya me despertaste también, por la gran puta, andate a la chingada de aquí.
- Ala gran vos, no seas así.
- ¿Vos que pensás Vilma? ¿Se lo damos?
- No, es que no Haroldo, no se lo des.
- ¿Va, ya viste? Tu nana dijo que no, andate a la mierda.
- Muchá hombre, no sean pura droga, demen el carro por fa.
- No, no, no, no, no se lo des.
- Por fa hombre, sólo dámelo y me voy.
- Llevate esa mierda pues, ¡ojalá se te quede tirado por la alarma!
- Va, ta bueno, pero… bajá conmigo y enseñame lo de la alarma.
- ¡ALA GRAN PUTA, LLEVATE EL OTRO ENTONCES Y ANDATE A LA MIERDA!
- Buena onda vos, ahí nos vemos pues.

3 Response to ¡Dame el carro!

  1. Prado says:

    Genial.

  2. Gracias, buena onda. A ver qué tal me va con esto del "otro" blog, jajaja. Por cierto, me encantó la entrada de "Viento", excelente.

  3. Prado says:

    Órale, me alegra. Por cierto, me topé al señor O. en un curso que ambos impartimos en Izabal. Interesante.